Cap. 1 (El despertar)
Tempy despertó. Cuando apenas uno de los miles rayos blanquecinos de la luna tocaba su ataúd. Al salir de él lo rodeo hasta llegar al espejo, de la esquina del cuarto. Era la misma Tempy de hace 185 años. El reflejo era de una chica de 15 o 16 años. Muy bonita. Su cabello era café claro con toque de café oscuro, rizado. Sus labios eran delgados pero muy hermosos. Su cuerpo era esbelto con una pequeña cintura. Sus ojos eran lo central en su cara. Eran azul, pero no un azul cualquiera. Un azul con blanco que casi gritaba sobre la pureza de la pequeña dama.
Ella había nacido el mismo día que Edgar Allan Poe, el 19 de enero solo que ella nació cien años después en 1909. Solamente que el si murió y encontró el amor. Tempy nunca volvió a sonreír desde aquel horrible cumpleaños número 15. Hubo un rayo de luz que era como transportarla en el tiempo. Veía a Temperance Maxwell. La señorita más querida en Hemmet California. Ella lo recordaba todo hasta su ultimo exhalar como humana, hasta su primer inhalar como vampira. La mañana había amanecido muy soleada. La despertó el dulce cantar de Gussie su hermana menor de 6 años, Augie de 10, Finney de 21, y mama’ y papa’. – ¡Felicidades!- gritaron todos al terminar de cantar. - ¡Muchas Gracias!- dijo Tempy abrazando a cada uno, con amor. -Bueno te dejaremos cambiarte. No lo olvides tu fiesta será en la noche.- dijo mama’ Reenie. – La espero con ansias.- Dijo Tempy. – Me encargue de invitar a todos la gente del pueblo.- dijo Finney. – Hasta a Zachariah.- dijo riendo. – No lo hayo muy bien burlarte de la gente de color, Phineas.- dijo papa’ - - Y menos cuando Rye a sido tan bueno con esta familia, el es un gran amigo.- dijo Mama’ Reenie. – Esta’ bien.- dijo Finney, a él nunca le gustaba perder. Después de cambiarse por un bello vestido el cual mama’ había hecho, Tempy salió a saludar a todos. - ¡Tempy!- grito Penny su mejor amiga. - ¿Como estas?- pregunto. Tempy iba a decirle pero la interrumpió poniendo su dedo índice en su boca. – Déjame averiguarlo, es tu cumpleaños número 15, y tu mejor y lindísima amiga... yo te dejo un regalo.- dijo Penny mientras le daba una caja a Tempy. Tempy la abrió con mucho cuidado ya que era una hermosa caja. Era rosa pálido con toques dorados. - ¡Hay! Yo la abro.- dijo Penny desesperada quitándole la caja a Tempy. Penny saco unos hermosos pendientes pequeños.
Tempy la vio con una sonrisa y la abrazo. –Eres única amiga, a quien se le ocurre viajar a Paris de vacaciones y comprarle a su amiga unos pendientes, carísimos. Es demasiado.- dijo Tempy apenada. – O por favor es un regalo de mama’, papa’ y mío. Ahora los vas a aceptar ¿sí o no?- pregunto Penny. Tempy les dio un vistazo a esas joyas y dijo. – Por supuesto. Pero tendré que ir personalmente a darle las gracias a tu padre y madre.- - Hay dilo en la fiesta.- dijo Penny abrazándola.
Lo primero que Tempy hiso después de hablar con Penny fue ir a la iglesia. Al salir Tempy choco con Arch. Un joven apuesto de pelo cortó café y ojos verdes.
-Buenos días Arch.- Dijo Tempy. –Hola quinceañera.- dijo muy contento. Ella sonrió. – Creíste que lo había olvidado ¿verdad? Ten.- le dijo dándole una bolsa color beige. Tempy la abrió con mucho cuidado, adentro venia un hermoso collar con perlas y diamantes rosas.
-¡Es hermosa! Gracias- dijo Tempy y lo abrazo. Se dio cuenta de ese grave error ya que una señorita no debe de abrazar a un hombre en medio de la calle. – Lo lamento.- dijo Tempy, ella misma sentía como se sonrojaba. –Te veré en la fiesta, pero por ahora tengo que buscar a mi madre.
Ya en la noche todo Hemmet estaba en la fiesta de Temperance Maxwell. Tempy no había bajado sentía nervio, toda su familia estaría ahí al igual que la mayoría de personas en Hemmet. Decidió ponerse un vestido rosa pálido, con los aretes que le había regalado Penny y el hermoso collar que le regalo Arch. La fiesta había empezado, todo el mundo celebraba, bailaba y lucia aquellos atuendos caros y hermosos. De repente alguien toco la puerta. Un hombre alto y pálido entro, junto a un joven inmensamente atractivo pero con ojos de depredador. – Que mal que no fuimos requeridos a esta fiesta, ¿verdad hijo?- dijo el hombre. –Por supuesto padre.- -Pero bueno es la última noche aquí y quiero celebrar. ¿Haber con quien empezamos?- Lo último que Tempy recordó fue escuchar gritos. Salió corriendo de su habitación y de repente vio sangre, gente llorando y esos dos hombre mordiendo y tomando la sangre de los invitados. Ella al instante los reconoció. Eran el banquero Skins y su hija Gerald. El era un hombre muy raro, gente entraba a su casa pero nunca salía, solo su hijo el cual se la pasaba todo el tiempo en su casa. Al verla el viejo se levanto soltó a una muchacha que tenía en sus brazos. Era Penny. – Oh Temperance desde que eras niña te he esperado para tomar tu sangre. Pero no es necesario matarte querida. Mejor aun, te nos unirás. Hijo hazme el honor de convertir a tu primera víctima.- dijo. El chico con una velocidad de la luz tomo la mano de Tempy, en otro segundo tomaba su cuello, y en un parpadeo mordió su cuello. No hubo dolor solo desesperación. Tempy cayó en un profundo sueño. Hasta la mañana siguiente descubrió su maldición.
sábado, 20 de febrero de 2010
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